Neumonía Intrahospitalaria (NIH) en tiempos de COVID 19

Los gérmenes están en el aire, en el agua, en la tierra, en tu piel, en tu respiración, en el sudor, en la saliva, en la sangre y en todo aquello que tocas: puertas, toallas,  carritos de supermercados, cajeros automáticos, plumas y otros objetos compartidos. Hoy en día las oficina son laboratorios, hay más bacterias en un teclado o en un escritorio que en un inodoro. 

 

En promedio, un lugar de trabajo puede ser portador de una cantidad de microbios  400 veces superior a la que se puede encontrar en los asientos de los baños. Los escritorios son verdaderos cultivos porque son a la vez comedores, tocadores y hasta hoteles. 

 

Pero un verdadero caldo de cultivo infeccioso se da en los hospitales, de ahí la inmensidad de antibióticos que se bombardean sistemáticamente. 

 

Un ligero estornudo expulsa colonias de patógenos que aprovechan la mínima oportunidad para ocupar a otro huésped y provocar la neumonía intrahospitalaria (adquirida dentro del hospital), que infecta a los pulmones y la respiración se complica hasta una posible muerte. 

Estas bacterias de hospital son más agresivas, pues de algún modo han sobrevivido a un medio bombardeado de antibióticos. Tal vez millones de años de evolución han hecho a estos gérmenes más poderosos, más resistentes, más mortíferos e inteligentes.

 

La neumonía intrahospitalaria (o Nosocomial) es la segunda infección  más frecuente dentro de los hospitales, y se sospecha en pacientes que manifiesten síntomas en promedio 48 horas después de haber sido ingresados, y en intubados 72 horas. Así que para no llegar al hospital con algún cuadro, a extremar medidas de higiene, tal cual hoy en día lo exige el Covid 19.